La dirección de fotografía para narrativas inmersivas tiene algunos desafíos diferentes a la del vídeo plano, pero las herramientas y la búsqueda estética son las de siempre, sumando el objetivo de contar una historia desde adentro y ubicando al espectador en un lugar preferencial.
La necesidad de generar y controlar el volumen y profundidad de la imagen, quizás se complejiza al no poder reducir nuestra profundidad de campo por utilizar lentes muy angulares, en su mayoría sin diafragma y con sensores relativamente pequeños y trabajar por consiguiente, con una supuestamente ¨buscada¨ hiperfocal para que cada espectador pueda no solo decidir hacia dónde mirar, sino también si prestar atención a un objeto cercano o a uno lejano con total libertad. Sin embargo, una de las tareas del Director y el DF consiste a mi criterio, en inducir la mirada de dicho espectador, resaltando y ocultando según lo amerite la historia. Es interesante jugar con la reducción de estímulos visuales, para focalizar en los que dejamos ya que el 360 puede pecar de sobre estimulación visual en varios cuadrantes en simultáneo.
Generamos profundidad con la luz, su dirección, intensidad y contraste, pero también con la paleta de colores y diferencias entre texturas de vestuario, objetos y fondos.
Para el diseño de iluminación me gusta iniciar por un concepto radial donde la mayoría de las fuentes se ubicarán desde el perímetro de una o varias circunferencias virtuales, hacia el radio donde se encuentra la cámara. Luego decido que cuadrante o zonas de un hemisferio tendrán más intensidad según necesidades narrativas, posibilidades del decorado y posiciones de los actores. Es común tener que trabajar en negativizar zonas y a veces reforzar esto con máscaras en post.
Yo separo la iluminación para 360 en 4 tipos de fuentes, que trabajan en conjunto.
-Primero la luz principal del ambiente o decorado, ya sea su control si es luz natural o sus entradas no diegéticas por puertas y ventanas con fuentes artificiales. Es la gran base con la que trabajamos por tener que iluminar, oscurecer y/o generar clima en todo nuestro escenario y no solo para un encuadre particular como estábamos acostumbrados. Este clima base se complementa 100% con la dirección de arte, el tono y textura de paredes y muebles, la densidad del aire si sumamos humo o niebla y la fundamental elección de la locación para contar con entradas de luz verosímiles que permitan ocultar fuentes, que en general son las más grandes.
-Segundo las luces prácticas, que también en conjunto con la dirección de arte serán elegidas ya no solo por su estética, sino también por sus prestaciones. (llamamos luces prácticas a lámparas, luminarias, velas o cualquier fuente de luz que pertenece o parece hacerlo, al decorado que estamos iluminando y esa fuente se verá en la imagen final) Muchas de estas serán utilizadas como fuentes de apoyo con lámparas más potentes o menos dimerizadas de lo que normalmente usaríamos. Luego hago un bracketing de subexposición con la cámara en registro para esas luces prácticas que remplazaremos en la post, para que tengan textura y no sobreexpongan. Esta costumbre de multiexposición es constante en la mayoría de mis tomas para también extender notoriamente el rango dinámico y lograr detalle tanto en las altas, ventanas, cielos y luces prácticas fuera de mi control, como en las zonas bajas que necesiten información.
-Tercero, las luces agregadas que llamo ¨borrables¨. Normalmente luces puntuales para resaltar zonas, reforzar contraluces, despegar siluetas de fondos, o generar algún efecto en particular. Algunas las ubicamos desde barracudas, boom, gripeadas sobre objetos del decorado o hasta removemos una puerta de algún mueble para emplazarlas ahí y luego reconstruir esa puerta en post. Otras veces simplemente las ubicamos con el gaffer (gran y fundamental aliado) en trípode desde donde mejor funcione para la escena, cuidando que nadie pueda pasar por delante, para asegurarme que con el plate o grabación del fondo vacío, lograremos borrarla sin tener que rotoscopiar al actor.
-Cuarto, los rellenos con fuentes invisibles desde cámara que reemplazan al clásico telgopor para levantar nivel en un rostro u objeto cercano. Para esto me nutro tanto de un tubo cilíndrico y hueco de luz led RGB dimerizable que yo mismo me fabrique para ubicar en el trípode bajo la cámara y algún artefacto led pequeño para reforzar desde arriba de ella, especialmente para personajes a menos de 2 metros de cámara. Ambas fuentes son, por su ubicación, imperceptibles por la ubicación de los 6 lentes de la cámara.
Los movimientos de cámara suelen implicar un borrado cuadro a cuadro de nuestras luces, banderas o tamizadores y debe esto acordarse previamente con nuestro amigo postproductor. Por ejemplo el Balloon light que usé en el comercial de Beldent, fue a conciencia de que la cámara subjetiva que recorre el escenario implicaría luego un rotoscopiado, y resultó fundamental para tener un buen nivel de base en el exterior noche.